El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, defendió la política de desendeudamiento nacional y cuestionó a los voceros del sector financiero que atacan la política fiscal del Gobierno. Se refirió a los objetivos que persigue Argentina en términos de política monetaria y cambiaria.
Ratificó que estos consisten en “generar perspectivas de estabilidad cambiaria y las condiciones para propiciar y promover el crecimiento de la economía, preservar y estimular el empleo”.
El ministro recordó que en la evaluación del balance fiscal de 2014, debe tenerse en cuenta la política de subsidios y la expropiación de YPF, así como el acuerdo alcanzado con Repsol, medida que volvió a remarcar como “una decisión estratégica para el país en virtud del autoabastecimiento energético”.
“Cuando uno toma el balance fiscal 2015 sin esos elementos, el superávit primario es equivalente al 3,8% del PBI y el superávit fiscal financiero al 1,8% del PBI”, detalló y contrasto: “A su vez, si uno incluye el subsidio energético, las perspectivas son equivalentes al 1% superávit fiscal primario y -1% fiscal financiero para 2015”.
De este manera, Capitanich graficó el impacto de ambas medidas en la política económica nacional destacando que se trata de “un período de transición que el Estado atraviesa hacia el autoabastecimiento energético”.
El jefe de ministros, respondió así a las críticas vertidas desde ciertos economistas “que opinan sobre la situación argentina, omitiendo el impacto de los subsidios e YPF y omitiendo además considerar las perspectivas de las proyecciones fiscales, porque a partir de 2018 Argentina tendrá menos de dos mil millones de dólares de servicios de capital e intereses de deuda”.
En esa línea, el funcionario recordó la implementación de “mecanismos de asignación de recursos para pago de deuda que este gobierno no tomó”, dijo y remarcó que “es decir un activo que generamos activos para cancelar pasivos heredados”.
Por último, Capitanich señaló a “los que siempre critican la política fiscal”, puntualizando que “lo hacen desde la supina ignorancia o desde una perspectiva dañina que no reconoce los logros desde el punto vista de las metas alcanzadas”.
