 |
| El candidato a intendente |
Tal como lo prometió al comienzo de su campaña de cara a las elecciones del próximo año, el precandidato a intendente, concejal por el Frente Para la Victoria-PJ, Roberto Sukerman, completó el itinerario por los 47 barrios rosarinos bajo la consigna "Queremos cambiar Rosario, los que soñamos vivir en Paz".
El abogado constitucionalista y ex jefe de Ansés aseguró: "Cumplimos con el compromiso que asumimos el pasado 7 de octubre. Caminamos por cada uno de los 47 barrios y recabamos las necesidades, reclamos y opiniones de los vecinos para lograr el cambio que Rosario necesita".
En ese sentido, Sukerman indicó: "La inseguridad es la piedra angular de los conflictos de convivencia en la ciudad. Los rosarinos reclaman mayor control del espacio público, pese a que el arribo de Gendarmería ha pacificado ciertos puntos. En algunos sitios, la presencia de la fuerza pública es meramente decorativa".
Asimismo, enfatizó: "Los rosarinos exigen un cambio en la estructura de seguridad. En general se mostraron muy entusiasmados con nuestra iniciativa de Policía Municipal, especialmente los comerciantes, cansados de los reiterados robos a sus negocios.
Personalmente nos encargamos de explicar, barrio por barrio, la propuesta de una fuerza nueva, que esté en las calles, desligada de la realización de tareas administrativas y cuyo jefe sea el intendente".
Por otra parte, el legislador sostuvo que "la falta de agua potable y las deficiencias en el servicio del transporte se erigen como los otros dos ejes de los problemas de Rosario. Las frecuencias de los colectivos durante el día son esporádicas y por la noche casi inexistentes. Servicios básicos como el agua y el transporte no llegan a los sectores más relegados. Se discuten tarifas pero nunca la calidad de los servicios, y mientras tanto los ciudadanos ven vulnerados sus derechos".
Además, recordó algunos focos de conflicto de zonas particulares: "Los vecinos de Antártida Argentina y alrededores piden obras de infraestructura para tapar los baches; las ambulancias no pueden ingresar a Triángulo y Moderno cuando llueve por su falta de pavimentación.
Esta situación es consecuencia de un Estado ausente, alejado de los problemas de los vecinos y dudosamente preocupado por mejorar su entorno y condiciones de vida".
Por último, el docente de Derecho Constitucional expresó: "Para nosotros no hay dos ciudades. Hay una sola ciudad, con toda su diversidad, que acarrea problemáticas específicas de cada barrio y otras que son transversales.
Rosario precisa un cambio, para volver a ser una ciudad en la que se pueda vivir y para reconstruir su unidad. Me siento preparado para encarar esta transformación hacia un nuevo proceso colectivo que incluya a todos los rosarinos".
