Ante la inminencia de la veda electoral, y con el objeto que no se confunda la presente nota con el concejal Aldo Pedro Poy con publicidad encubierta, difundimos la segunda parte de la nota que nos concediera en su despacho, donde amablemente el ídolo canalla repasó su carrera futbolística, su paso por Rosario Central y la selección.
RN: En un enfoque mas personal, ¿como fue su niñez, como llega al Club Central y luego a la Selección?:
APP: El barrio de mi infancia es Arroyito. Ahí crecí jugando a la pelota en la vereda con amigos, yendo a la Escuela José Manuel de Estrada.
Mi padre, descendiente de italianos, y mi madre, española nacida en Murcia, trabajaban mucho, mi papa llego a tener hasta tres trabajos y mamá se ocupaba de la casa y la familia.
A los 16 años me prueban en Central y termino siendo parte de las inferiores del club. Ganamos todas las categorías juveniles que integré y ya en Primera División me di el gusto de jugar con el Gitano Juárez, mi ídolo de ese entonces.
En el 71 en la semifinal ganamos el clásico con el gol de la palomita y a los tres días salimos campeones logrando por primera vez que un equipo del interior del país saliera campeón en un campeonato de primera división de la AFA (Asociación de Futbol Argentino).
En el 73 volvimos a salir campeones y en el 74 ganamos el triangular final saliendo campeones de la Copa Argentina, por lo que pudimos jugar la Copa Libertadores del 74.
En el 73 me convocan para jugar con la Selección Nacional el Mundial de Alemania 74. Volviendo a lo de los Clubes, aprendí mucho en esa época, el respeto a los más grandes, que nos tenían cortitos, el trabajar en equipo, cumplir con los entrenamientos y esforzarse duramente para cumplir con el objetivo que era ganar.
RN: La Palomita, que tanta alegría sigue dando a los hinchas, fue inspiración
de otro gran rosarino ilustre, que aunque adquirió fama mundial nunca quiso irse de Rosario como usted:
APP: Si, el negro Fontanarrosa escribió el cuento “19 de diciembre de 1971”, referido a la palomita. Fue un placer poder conocer al negro, éramos vecinos en el barrio Alberdi. Y el cuento realmente es muy bueno, entre gracioso y dramático, disfrute muchísimo al leerlo.
RN: Retomando la idea de que usted nunca quiso irse de Rosario, imagino que no le habrán faltado oportunidades:
APP: La verdad que tuve varias oportunidades de irme a otros clubes, tuve ofertas en Buenos Aires, en España para jugar en el Celta de Vigo y en Francia con el Paris Saint Germain, pero opté por quedarme en mi club.
Tenía todos mis afectos, ganábamos todos los años y este es mi lugar, por lo que entre vivir bien y vivir mejor, elegí vivir bien. Pasado el tiempo diría que esa frase terminó siendo al revés, viví mejor. Rodeado de afecto, amigos y en esta ciudad que tanto amo, que tanto me da, en la que recibo todos los días muestras de afecto y cariño de la gente.
El domingo Poy tendrá un nuevo desafío, intentar revalidar su banca en el Concejo Municipal de Rosario. En medio del fragor de la campaña, Aldo se hizo un tiempo para hablar de fútbol y recordar su pasado de futbolista. Agradecemos su deferencia con este medio.
