La propuesta, que sería remitida a las cámaras legislativas antes de fin de año, será discutida con los sindicatos y "no alterará nada en relación con los aguinaldos, las vacaciones o cuestiones relativas a la seguridad y la salud de los trabajadores", recalcó el funcionario.
Nogueira admitió que pueden llegar a ser discutidos ciertos pisos salariales y también la duración de la jornada, que en Brasil hoy es de 44 horas semanales, aunque los sindicatos presionan para reducirla a 40 horas, mientras los empresarios pretenden aumentarla o, por lo menos, flexibilizarla.
El ministro señaló que también puede sumarse a la discusión un proyecto de ley que tramita en el Congreso y plantea la regularización del trabajo "tercerizado". Nogueira indicó que ese proyecto debe ser discutido nuevamente con los trabajadores y los empresarios, a fin de delimitar su radio de influencia y determinar en qué casos se autorizaría la adopción de ese régimen.
No obstante, se pronunció completamente a favor de regularizar esa cuestión, pues "actualmente en Brasil hay unos 10 millones de trabajadores tercerizados", cuyas funciones y modo de contratación "deben ser reglamentados" por una ley específica.
El proyecto libera la tercerización para todas las actividades, lo cual fue rechazado por sindicatos y partidos de centroizquierda e izquierda y en su oportunidad fue una batalla perdida de Rousseff contra el titular de Diputados de entonces, Eduardo Cunha, mano derecha de Temer y quien abrió el juicio político contra la jefa del Estado, suspendida desde el 12 de mayo. Hay diez millones de trabajadores tercerizados y queremos que sean protegidos, argumentó el ministro Nogueira.