 |
“Necesitamos una única policía cada vez más especializada, no nuevas policías con capacitaciones de pocos meses. En el contexto de una reforma policial que procura cambiar el modelo tradicional de organización de la fuerza y quebrar la connivencia con el delito, proponer una policía municipal vuelve atrás este intento", amplió el edil.
Chale recordó la desaparición de estudiantes en México como paradigma del fracaso y la desacreditación de esta institución: “el ejemplo más emblemático del fracaso de las policías locales es México, donde, entre otros casos, el más resonante fue la desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural en Ayotzinapa a mano de un grupo de narcotraficantes que actuó en conjunto con la policía municipal de Iguala.
Todo el cuerpo de policía de aquel municipio mantenía una estrecha relación y colaboración con los cárteles de la droga. Al poco tiempo de la desaparición, el presidente de México anunció la creación de Policías Estatales Únicas, con el objetivo de evitar la infiltración del crimen organizado en los gobiernos locales, una decisión que apuntó a eliminar las más de 1800 fuerzas policiales municipales en todo el país, para crear un conjunto de 32 fuerzas estatales únicas (una por Estado, 31 más el Distrito Federal), luego de comprobarse la connivencia de la policía local en el asesinato de los estudiantes”.
Asimismo, según estudios realizados por consejos internacionales de paz y seguridad, 9 de las 50 ciudades más violentas del mundo se encuentran en México. Acapulco, Culiacán, Torreón, Chihuahua son las que encabezan. En cuanto a la forma de la creación del cuerpo, Chale discrepó con los dichos de su par Diego Giuliano quien consideró que esta fuerza podía y debía ser creada por ley: “el debate que debe darse pasa por el financiamiento y el reclutamiento de las fuerzas y esa es una discusión que no se puede dar por ley. Esta idea parte de una mirada equivocada del problema: enfrentar al delito con más policías, cuando está demostrado que sumar policías no garantiza per se una reducción de los niveles de inseguridad.
El desafío es contar con una mejor policía: más preparada, con entrenamiento permanente, equipada y eficiente. Una nueva fuerza dependiente de otro nivel solo sumaría más problemas de coordinación a los muchos que hoy ya existen".
Finalmente el edil radical consideró: “si se procura profundizar la prevención, deberíamos pensar en una figura más asimilable a un tutor social barrial que a un policía. Frente a la habilidad de captación y corrupción de las bandas organizadas, encomendar casi exclusivamente a las policías municipales la tarea de acercamiento es entregar los cuerpos de seguridad a estas bandas. Es sabido que para ellas, las bases de captación para el control territorial son justamente las policías locales. En tanto, esta figura no sólo no es eficiente sino que abre un foco de riesgo y cultivo para la acción de los criminales”.
