En esa línea, los que subieron menos pegarán un salto más grande en 2017. En ese sentido, la luz subirá más que el gas el año próximo.
Aseguran desde el Gobierno, el Estado aun se hace cargo del 65% del costo de producir y distribuirla en los hogares, una situación exactamente inversa que lo que ocurre con el gas, en donde, siempre de acuerdo a datos oficiales, el 70% del costo va a cuenta de los usuarios.
Esta proporción se da con el tope tarifario del 400%, ya que con el esquema original, el recargo sobre las espaldas de los consumidores era del 90% del costo del gas.