Según Orlando Ferreres, habrá “una recuperación parcial (sobre todo en el último cuarto del año), aunque la misma está condicionada por diversas contingencias" y que existe “un escenario en donde la política fiscal ha empleado la reducción de los niveles de inversión real como variable de ajuste para moderar el rojo presupuestario".
"Las perspectivas aún son optimistas en lo referido a la cosecha fina, más allá del impacto negativo que suponen las malas condiciones climáticas, mientras que la obra pública y privada servirán de impulso para aquellos sectores vinculados a la construcción", se agregó.
Asimismo, se estimó que "el blanqueo de capitales podría tener un impacto positivo al ofrecer mayores opciones de financiación, pero la tendencia actual no se verá modificada sustancialmente, finalizando 2016 en terreno negativo".