Fue acogido entonces por funcionarios iraníes y desde entonces se carecía de noticias de él. "Shahram Amiri, que facilitaba al enemigo [Estados Unidos] informaciones clasificadas, fue ahorcado", declaró en su rueda de prensa semanal Gholamhosein Mohseni-Ejeie, citado por la agencia Mizan Online, dependiente del poder judicial.
"Este individuo no imaginaba que nuestro sistema de inteligencia sabía lo que hacía y cómo fue llevado a Arabia Saudita", afirmó el portavoz, quien añadió que "desde su marcha, un tribunal de primera instancia lo había condenado a muerte".