El diario especula que las ejecuciones podrían anunciar una nueva ronda de purgas, que pretende ser una demostración de fuerza de Kim en venganza por recientes deserciones en la cúpula del régimen.
Uno de los ejecutados fue identificado como Hwang Min, ex ministro de Agricultura, probablemente debido a las "propuestas de reforma que apoyaba, consideradas un desafío directo al liderazgo de Kim Jong-un", dijo la fuente.
Ri Yong-jin es la otra figura depurada. Funcionario de nivel ministerial en Educación, su culpa fue haberse "adormecido en una reunión presidida por Kim", una afrenta que causó su "arresto inmediato" e interrogatorios del ministerio de Seguridad Pública, hasta su "ejecución debida también a otras acusaciones de corrupción".
Las ejecuciones se alinean en una política de purgas ordenadas por Kim contra sus supuestos enemigos desde que se convirtió en líder a finales de 2011 después de la muerte de su padre, Kim Jong-il .