Francisco manifestó desde el balcón del palacio apostólico a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro su "cercanía espiritual con los habitantes del Lacio, Las Marcas y Umbria, duramente golpeados por el terremoto de estos días".
"Pienso en especial en la gente de Amatrice, Arquata del Tronto, Norcia. De nuevo digo a esas queridas poblaciones que la Iglesia comparte su sufrimiento y sus preocupaciones, y reza por los difuntos y por los supervivientes", dijo el papa.