El debate en torno a la prohibición de este traje de baño empleado por ciertas musulmanas, que cubre todo el cuerpo salvo pies, manos y cara, había suscitado una fuerte polémica tanto en Francia como en el extranjero.
El Consejo de Estado recordó a todos los alcaldes que han invocado el principio de laicismo que para prohibir el acceso a las playas no pueden fundarse en "otras consideraciones" distintas al orden público, "la accesibilidad a la zona de baño, la seguridad del baño, la higiene y la decencia".