El presidente Barack Obama ordenó el despliegue estratégico de bombarderos B-1 a Guam, una medida que enfureció al líder norcoreano.
"La situación en la península coreana está entrando en una etapa muy peligrosa debido al continuo interés de Estados Unidos en incrementar la capacidad de sus armas nucleares destinadas a Corea del Norte", señaló el régimen en un comunicado.
"En el caso de los Estados Unidos… si se atreve a dar un paso demente, todas las bases militares estadounidenses en la región de operaciones del Pacífico, incluyendo la isla de Guam, no escaparán a la destrucción por el ataque integral y real de nuestro ejército", agregó.