Los argentinos padecieron los ataques belgas hasta el último minuto. Ni los cuatro córner cortos, ni la determinante decisión de Bélgica de ir al ataque pudieron cambiar el resultado del partido. Argentina ganó sabiendo sostener el resultado y trasladando la presión al rival que, a medida que pasaban los minutos, se deseperaba por llegar al arco de los argentinos.
Los Leones dieron el golpe en los primeros dos cuartos y, pese a arrancar perdiendo con un gol de Tanguy Cosyns, lograron dar vuelta el marcador antes de que se terminara la primera mitad. Pedro Ibarra, Ignacio Ortiz, Gonzalo Pelliat, Agustín Mazzilli fueron los autores de los goles argentinos, el último sobre la hora, agónico, cuando ya el rival jugaba sin arquero.
El público argentino copó las tribunas del estadio y alentó al equipo de hockey hasta el último minuto.