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Su objeto es sensibilizar a la comunidad sobre el concepto de paz y su vinculación con la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Los integrantes del proyecto consideran que "si todos pudiéramos detenernos un momento y pensar en nuestros actos cotidianos, en lo importante que es la paz para poder lograr que nuestros deseos se cumplan, podríamos modificar nuestras actitudes y ser sus portadores en cada momento".
La propuesta, que este año llega a su 18º edición, consiste en plegar cada año al menos mil grullas y disponerlas en un espacio público para sensibilizar por la Paz.
Es la combinación de un trabajo anual que se hace en los talleres de origami, con una antiquísima leyenda japonesa que narra que, si alguien pliega mil grullas, puede con ellas pedir un deseo y éste se cumplirá. La instalación, que fue declarada de interés municipal, está organizada por el proyecto de voluntarios Mil Grullas por la Paz, Ciudad de los Niños y Asociación CHICOS.
