"El sistema es muy claro. Todo ciudadano debe ir a la cancha con el DNI, un efectivo lo scaneará y se sabrá inmediatamente si tiene pedido de captura. Hasta ahora los aparatos nos decían quien tenía derecho de admisión y ese derecho estaba en manos de los clubes que eran extorsionados por los barras.
"Ahora van a tener que venir al Ministerio de Seguridad porque lo determinará así el estado argentino por conductas indebidas", explicó. "Este control empezará por la Ciudad de Buenos Aires y seguirá por el resto del país. Enviamos al parlamento una ley penal con sanciones agravadas para los que cometan delitos en el marco de una cancha de fútbol donde ponen en riesgo a 50 mil personas.
"Todo aquel que no pueda ingresar, tendrá que pasarse las horas de partido y las dos posteriores en un lugar a designar"