Fue en un encuentro en el Vaticano con el Consejo Nacional de la Orden de los Periodistas de Italia. "A menudo he hablado de las habladurías como 'terrorismo', de cómo se puede matar una persona con la lengua. Si esto vale para las personas comunes, en familia o en el trabajo, tanto más vale para los periodistas, porque su voz puede alcanzar a todos, y esta es un arma muy potente", agregó el Obispo de Roma durante el discurso en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
"El periodismo debe siempre respetar la dignidad de la persona. Un artículo se publica hoy y mañana se sustituye por otro, pero la vida de una persona injustamente difamada puede ser destruida para siempre", lamentó el Papa.