"Hoy junto a Lavrov, y en nombre de los presidentes de nuestros países, pedimos a todas las partes interesadas de Siria compromiso para apoyar el plan que alcanzaron Estados Unidos y Rusia (...) Para llevar este catastrófico conflicto a un final lo más rápido posible a través de un proceso político", afirmó el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
Por su parte, el canciller ruso Serguei Lavrov, dijo que a pesar de la desconfianza mutua, las dos partes desarrollaron cinco documentos que permitirán la coordinación de la lucha contra el extremismo y un renacimiento de la fallida tregua de agosto en Siria en una forma mejorada.
"Todo esto crea las condiciones necesarias para la reanudación del proceso político que se ha estancado durante mucho tiempo", aseguró Lavrov en una conferencia de prensa conjunta poco después de la medianoche en la capital suiza y tras más de 13 horas de reunión entre los jefes de la diplomacia de ambos países, según la cadena BBC.
La prolongada negociación dejo al descubierto la complejidad de un conflicto que incluye una mirada de grupos militantes, alianzas cambiantes y los intereses rivales de los Estados Unidos y Rusia, pero también de Arabia Saudita e Irán, como las de Turquía con los kurdos.
El plan ruso estadounidense para reducir la violencia en Siria y dar lugar a una transición política largamente buscada, busca poner fin a más de cinco años de una guerra que hasta el momento causó más de 300.000 muertos y más de 5 millones de desplazados, según cifras de la ONU.