"Esta -agregó- es la proporción que, según nuestros sondeos, viene reduciéndose. Una proporción que, ante los problemas de desempeño, le da el beneficio de la duda al gobierno, pero que comienza a contraerse lentamente".
"Los tres grupos valoran de manera diferente las diferentes políticas públicas y varían de región en región. Las bases del apoyo electoral en la campaña se basaron en generar positivamente expectativas, las bases del apoyo electoral al Gobierno se basarán en el desempeño. Medir la satisfacción de la opinión pública y conocer los mecanismos que la producen es un termómetro que los gobernantes deben considerar con más cuidado", dijo el especialista. "Pasados ya 10 meses de gobierno, la satisfacción política e institucional no repunta y va erosionando la aprobación del gobierno, que desde el 72% en enero se contrae al 48% en agosto.