La propuesta indica que el emisor de tarjetas de crédito en ningún caso efectuará descuentos ni aplicará cargos, por todo concepto, superiores al 1,5 por ciento como máximo sobre las liquidaciones presentadas por el proveedor.
A su vez, indica que en relación de las tarjetas de débito los bancos no podrán “efectuar descuentos ni aplicar cargos a los comercios, se establece la gratuidad de este medio de pago” y precisa que la acreditación de los importes de las ventas canceladas por ese medio se hará en un plazo máximo de tres días.
Durante la discusión en el recinto, se aprobó una modificación que fue incluida en el recinto para excluir a las tarjetas de crédito no bancarias de la medida, que podrán seguir cobrando el 3 por ciento.