El lugar funcionaba como una verdulería pero no se encontraron en el lugar ni mercadería ni los elementos que suelen usarse para ese rubro. En cambio, el local contaba con una sala dispuesta para esta actividad ilícita. Se secuestraron allí 9 CPU que eran utilizados para jugar. Todas las evidencias fueron puestas a disposición del Juzgado de Faltas correspondiente.
Cabe señalar que las acciones fueron dispuestas a raíz de una denuncia. Gustavo Zignago, secretario de Control y Convivencia Ciudadana, sostuvo: “Este tipo de intervención no sólo permite desbaratar una actividad ilegal, circunstancia que resolverá la Justicia provincial de Faltas, sino que permite al Estado devolverle a los vecinos de la zona la convivencia que se ve afectada con el funcionamiento de este tipo de actividades ilegales”.