Una portavoz de Shell aclaró que los activos de upstream -de exploración y producción- en Argentina no forman parte de esa revisión. En junio, en su primera presentación de estrategia de largo plazo desde la compra de BG por 54.000 millones de dólares en febrero, Shell presentó planes para limitar el gasto y cerrar plantas en algunos países para centrarse en las operaciones más rentables, como la de gas natural licuado, la producción en aguas profundas y los químicos.
En esa ocasión, van Beurden dijo que esperaba que los nuevos recortes ayuden a impulsar las acciones de Shell, que han quedado a la zaga de sus rivales desde que el acuerdo de compra de BG fue anunciado en abril del 2015.
FUENTE CRONISTA COMERCIAL