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Si bien los mismos fueron desvinculados rápidamente por los funcionarios a quienes asesoraban, y Lifschitz intentó despejarse de ellos, diciendo que "pertenecían al la gestión anterior" y que "no eran parte de nuestro partido", el poder gobernante en Santa Fe no quedó bien parado.
El derecho es una profesión libre, todo acusado tiene el derecho de ser defendido, y por supuesto, el principio de presunción de inocencia prima por sobre todas las cosas, pero a los ladrones de manzanas no los defiende nadie y los poderosos, por el contrario consiguen abogados de prestigio, que no dudan en cobrar sus jugosos honorarios con dinero mal habido.
Lifschitz esbozó una defensa diciendo: "Tenemos que estar de un lado o del otro en la lucha c contra el narcotráfico, la violencia y la corrupción en todas sus formas y niveles". Y remató con que el hecho de haber pasado por la función pública y ahora intervenir como defensor en esta causa le parece "lamentable".
Por su parte el titular de la cartera de Seguridad, Maximiliano Pullaro, tildó de incomprensible la decisión de los ex funcionarios Juan Lewis y Héctor Superti. “Hemos trazado una raya y yo se donde estoy parado. Incomprensible la decisión de ex ministros defendiendo a acusados por lavado y fraude”, manifestó Pullaro a través de Twitter.
Por su parte, el actual secretario General del Municipio, Pablo Javkin también se refirió al tema en Twitter. “La conducta pública no admite grises en la lucha contra el delito. No es un tema de interpretación legal. Es un lado o el otro”, sostuvo.
El radical Jorge Henn, ex vicegobernador y hoy diputado provincial del Frente Progresista, expresó que “hay que separar el derecho a defensa, el ejercicio profesional del abogado de la política. Yo soy abogado y entiendo sobre el ejercicio de la profesión. Como abogado no defendería a una lacra humana que termina perjudicando con sus negocios a los sectores más necesitados de la sociedad. La política tiene que dar señales inequívocas; no se puede defender a ladrones de guante blanco y pertenecer a un proyecto político”.
Tras la nada interesadas notas en el programa Periodismo pata Todos de Jorge Lanata, donde señalaba a Rosario como la capital nacional del narcotráfico y la criminalidad asociada a la lucha por el manejo del territorio y se denunciaba al poder político como responsable de su avance en la provincia, llegaron operativos nacionales para desarticular bandas delictivas relacionadas al lavado de dinero de dudosa procedencia.
Detrás llegaron las acusaciones cruzadas generadas por el Gobierno Nacional y el socialismo gobernante en la provincia, el tironeo por el tardío desembarco de fuerzas nacionales para combatir delitos de índole federal al territorio santafesino, incluso con un acuerdo marco firmado que en principio se rechazó por que prácticamente se trataba de una delegación de facultades cuasi una intervención a la provincia.
En el medio, desde el Gobierno Nacional se alentó un nuevo blanqueo de capitales, amplio, generoso, que permite a personas físicas ingresar fondos al país sin origen declarado, sin explicar el origen. Vale aclarar que a este instrumento recurrieron todos los gobiernos nacionales, de todas las épocas, incluso el propio kirchnerismo que ahora se rasga las vestiduras lo realizó en dos oportunidades durante su gobierno.
En aquella oportunidad, el hoy ministro de Cambiemos Alfonso Prat Gay había señalado que "el Gobierno dispuso otro blanqueo cinco años atrás con pobres resultados y el que propone ahora no lo puede defender el oficialismo en forma sólida porque este es el primer blanqueo en el que se discrimina a la moneda local y le da privilegios al que tiene dólares en negro".
Por eso, el ex presidente del Banco Central calificó al proyecto "una inmoralidad que, además, no va a tener ningún efecto en la economía", al tiempo que advirtió que "no hay ninguna forma de que este blanqueo se encuadre en las normas antilavado del GAFI", que es el organismo mundial contra el lavado de dinero".
En aquella oportunidad, el diputado Roberto Feletti, en carácter de miembro informante del oficialismo, destacó que la iniciativa apunta a "movilizar ahorros que salieron del circuito económico formal de Argentina y lograr que reingresen, se pongan en valor y movilicen activos".
En su discurso, Feletti aclaró que "el único beneficio" que se otorga con el proyecto "es el de exención impositiva". "Cuando el dinero ingresa en el circuito bancario formal las instituciones financieras de Argentina deben aplicar la normativa de lavado de dinero y registrar quién es el depositante", dijo Feletti.
A nivel local, el hoy diputado provincial del PRO, Rodrigo López Molina fue el propulsor de una norma para esclarecer el origen de las inversiones. Al respecto señaló: "Con este proyecto desarrollamos un sistema que permita acreditar la procedencia lícita de los fondos de inversión de toda persona física o jurídica que tramite algún tipo de habilitación o permiso en la Municipalidad".
"Para ello, aseguró que habrá dependencias municipales que solicitarán información adicional sobre el origen de los fondos. Y remarcó que, entre los rubros involucrados, se encuentran las concesionarias de autos, los grandes emprendimientos inmobiliarios, las casas de juegos y confiterías bailables, cuya inversión supere los 3,5 millones de pesos.
"El principal flagelo de Rosario es el narcotráfico. Debemos ir contra las inversiones de los narcos con acciones concretas para impedir que ingresen al circuito formal", dijo el edil en aquella oportunidad.
En la sesión del último jueves, en el Concejo Municipal con críticas opositoras, de integrantes del Frente para la Victoria y Ciudad Futura, y la aprobación entusiasta de miembros del PRO y el oficialismo y aliados, se adhirió a iniciativas legislativas que se tratan en la Legislatura provincial propiciando el blanqueo de capitales,establecido por ley nacional por 18 votos contra 10.
En otras palabras, el origen de los fondos es bueno o malo dependiendo del lado del mostrador en que se esté. Han demostrado sobradamente que se defienden los capitales independientemente de donde provengan, siempre que lleguen a reactivar la economía. Toda la rigurosidad que se pone de manifiesto cuando se es oposición, desaparece mágicamente cuando se es Gobierno. El socialismo, el peronismo y el PRO, actuaron en el mismo sentido, y ya nadie...pude arrojar la primera piedra.
