Aseguraron que el tratamiento “arrojó resultados muy positivos” que incluyeron el abandono de otras drogas que se les administraban y que los sometían a numerosos efectos secundarios.
“Queremos que se nos permita el autocultivo y que se nos brinde protección porque nosotras no somos narcotraficantes, estamos intentando mejorar la calidad de vida y la salud de nuestros hijos”, expresaron.
Una de ellas explicó que para lograr la producción de aceite de cannabis se necesita una importante cantidad de plantas, que los tratamientos incluyen diferentes cepas, no sólo porque no todas sirven para todas las patologías sino porque se deben alternar.
“No estamos en contra de los laboratorios pero también queremos que se nos permita cultivar en nuestros hogares sin ser perseguidas, además de elegir cuál es el tratamiento mejor para nuestros hijos”, señalaron.