Horas antes fuentes estadounidenses habían anunciado un ataque en la provincia de Kunar, limítrofe con Pakistán, contra Faruk al Qatani, el emir de Al Qaida para el noreste de Afganistán, y su segundo Bilal al Utabi. Pero los militares estadounidenses no podían confirmar la muerte de ambos dirigentes, considerados “número 1 y número 2 o 3” de Al Qaeda en Afganistán.
Los drones dispararon varios misiles contra cada objetivo en lo que se considera “la operación más importante contra Al Qaida desde hace muchos años”, dijo un responsable estadounidense. “Se trata de los jerarcas más importantes de Al Qaeda en Afganistán. Su desaparición representaría un serio revés para el grupo terrorista” en Afganistán, dijo Peter Cook, del servicio de prensa del Pentágono.