Reconoció que el Ministerio de Producción, el 10 de agosto pasado, instó a las empresas, los trabajadores y al propio Estado a sentarse en una mesa de negociación "para desarrollar en forma conjunta propuestas que incrementen la competitividad sectorial para conseguir bajas en los precios de venta que permitan que la gente tenga un mejor acceso a la tecnología sin poner en riesgo fábricas ni empleos".
Consideró una "contradicción inexplicable" que pretendan bajar los derechos de importación para bienes tecnológicos muchos de los cuales son producidos con "mano de obra esclava o se venden a precios de dumping" mientras que para los componentes necesarios para fabricarlos los mantienen.