La venta del libro, prologado por Luis, su papá, e ilustrado por un amigo, Mauro Marra, es tan especial como el propio autor, ya que la hace él mismo, puerta a puerta, a bordo de su bicicleta, que a esta altura casi se mimetiza con su cuerpo.
El nombre del libro deviene del capítulo 8, que está dedicado al jugador Mauro Amato, cuando la provincia de Tucumán estaba en manos del ex gobernador de facto Antonio Domingo Bussi, ideólogo de la teoría del “agua y el pez” del título.
Un capítulo especial merecen las críticas a las pruebas de chicos en fútbol infantil y también un homenaje a un ídolo del mundo leproso, Santiago “Cucurucho” Santamaría.