"La posibilidad de que puedan reavivarse algunos conflictos sociales o demandas de alimentos cuando se acerca fin de año, son hipótesis que siempre aparecen en esta fechas, pero nosotros no percibimos que eso pueda suceder. No visualizamos una situación de riesgo.", dijo el gobernador a Télam.
Lischitz aseguró que tanto en Rosario, como en la capital provincial, Santa Fe (los dos centro urbanos con mayores bolsones de pobreza de la provincia) "no hay situaciones que hagan pensar es este tipo de manifestaciones".
Sin embargo, el mandatario socialista aseguró que su gobierno se "está preparando" para contener "demandas puntuales que pudieran surgir de los barrios más vulnerables" en los días próximos a las fiestas navideñas y anticipó la puesta en marcha de un "programa de acción preventiva (con la intervención) de fuerzas de seguridad para evitar cualquier tipo de desbordes".