Así lo reveló la periodista Mariana Moyano en su blog, quien aclaró que para esta oportunidad, los empleados del predio tuvieron que hacer dos horas extra, e incluso durante la semana hubo zonas cerradas al público general ya que estaban preparadas para los visitantes VIP del sábado.
“Éticamente es un espanto, pero desde el código penal esto tiene un nombre: se llama peculado y es un delito”, sostuvo la periodista, e insistió: “El Gobierno cometió un delito: utilizó un espacio público para fines absolutamente privados; parece que ‘Negrópolis’ se les volvió Disney”.
Por supuesto, durante una hora, ya que Tecnópolis abre sus puertas a las 12, los argentinos asistentes debieron esperar afuera sin ningún tipo de justificación, complicando la visita para que los hijos de los funcionarios tengan su ‘necesitada’ exclusividad.
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