Los jefes de la central obrera pasaron a una "tensa espera”, según lo definió una fuente obrera a El Intransigente. Para arrancar a discutir, los caciques de la CGT quieren un monto no menor a dos mil pesos como bono de fin de año.
"Lo que no entienden es que nosotros sólo esperamos un gesto para no tener que ir al paro”, explicó la fuente. Y es cierto: la CGT sabe que no cuenta con la anuencia de la gente para ir a una huelga general. "No queremos quedar como los que ponemos los palos en la rueda”, explicó.