Con todo, el costo de la VTV viene subiendo al ritmo de la nafta (31 por ciento en 2016) y ya llega a los 640 pesos. Con la llegada de las vacaciones de verano el número de personas que llevan su vehículo a realizar la VTV crece de forma exponencial; llega hasta triplicarse.
Tan marcado es el cambio que en los talleres denominan a los meses de diciembre, enero y febrero como los de “temporada alta”. En este lapso –señalan– la demanda completa la capacidad de trabajo y para los automovilistas se hace un poco más dificultoso conseguir turnos. En ese marco este año los talleres del sur santafesino recibieron alrededor de un 10 por ciento menos de vehículos.
FUENTE EL CIUDADANO