Pero un arqueólogo que acompaña al equipo de restauración dijo que las pruebas de radar de sondeo terrestre determinaron que las paredes de la caverna en realidad están erguidas -con una altura de 1,8 metros (6 pies) y conectadas a roca firme- detrás de los paneles de mármol de la cámara en el centro de la Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén. “Lo que se descubrió es extraordinario”, declaró Fredrik Hiebert, arqueólogo de National Geographic, que se asoció con restauradores expertos griegos para documentar las labores.
Las labores forman parte de un proyecto de renovación histórica para reforzar y preservar el edículo, la cámara que aloja la cueva donde la tradición dice que el cuerpo de Jesús fue depositado y donde resucitó. Es la atracción principal de una de las iglesias más viejas del Cristianismo y uno de sus santuarios más importantes.
La iglesia del Santo Sepulcro, un edificio del siglo XII que descansa sobre restos del siglo IV, es el único lugar donde seis fes cristianas se practican en el mismo sitio.