Al encuentro asisten representantes de 10 países, entre ellos una delegación argentina de la que forman parte el titular de la Sedronar, Roberto Moro; uno de los últimos titulares de ese organismo del gobierno anterior, el cura Juan Carlos Molina; los jueces Daniel Rafecas, Zunilda Niremperger y Sergio Torres, y el presidente de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano.
"Una vez que (el narcotráfico) avanzó y se radicó en la sociedad es muy difícil. Pienso en mi patria: hace 30 años era un país de tránsito, y ahora es un país de consumo y hasta algo de producción. Es un progreso que se da gracias al compromiso mafioso de los responsables", denunció el papa.
Sostuvo que la droga "es una herida en nuestra sociedad, que atrapa a mucha gente en sus redes, víctimas que han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud, de una dependencia que podríamos llamar química", y aseveró que "ciertamente es una nueva forma de esclavitud".