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Los principales ejes planteados fueron la programación anual de gastos de 2017, el financiamiento sustentable, además del estímulo y regulación de la economía local. Al inicio de su exposición, el funcionario consideró que a partir de las normativas impulsadas desde la gestión de la intendenta Mónica Fein se plantea “generar incentivos en la economía local en un momento en que existe preocupación por el panorama nacional, y particularmente por el desarrollo de la economía de nuestra región”.
Junto a Asegurado asistieron los subsecretarios de Economía, Margarita Zabalza; de Hacienda, Horacio Palavecino, y de Finanzas, Guido Boggiano, además de funcionarios del mismo equipo municipal. Dentro de las variables macroeconómicas para elaborar el proyecto se consideró un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 3,5 % para 2017, una inflación del 17% y una cotización del dólar de 17,92 pesos para el transcurso del próximo año.
El total de gastos e inversión asignados será de 13.009,93 millones y, según el secretario de Hacienda y Economía, la coparticpación federal “se elevó un poco durante 2016”. En cuanto a Salud Pública, para 2017 mantendrá el 24,82 % sobre el presupuesto general.
Otras inversiones considerables que remarcó fue 310 millones de pesos para desagües pluviales, 290 millones para cloacas, 483 millones para planes de pavimentación, además de 604 millones para intervenciones en asentamientos y barrios Fonavi, y 417 millones destinados a entornos más seguros.
En total, en 2017 se ejecutarán obras por 4.050 millones de pesos.
Además del expediente sobre el presupuesto municipal 2017, Asegurado se refirió a los demás proyectos de ordenanza que se empiezan a debatir en el Concejo Municipal. Entre ellos, una modificación del Código Tributario, solicitud para realizar operaciones de crédito público, un convenio de préstamos marco a suscribir con el gobierno provincial para una operatoria en pesos del Fondo Municipal de Inversiones, modificación al convenio para otorgamiento de préstamos a la promoción de energías renovables y eficiencia energética y financiamiento en el marco del programa Equipar Santa Fe.
Sobre la toma de crédito público –el municipio solicita al cuerpo la posibilidad de endeudarse hasta 200 millones de dólares–, el funcionario consideró que “este es un momento oportuno para dar en la ciudad este debate”. Según informó “a nivel internacional en la actualidad se observan tasas muy bajas y plazos razonable” para el crédito a mediano plazo.
“Además, estimamos que la inversión a través de la toma de crédito implicará la creación de unas 10.000 fuentes de trabajo”, adelantó. “Ninguna ciudad está en condiciones de financiar obras de infraestructura con recursos ordinarios, solo puede hacerlo con recursos extraordinarios. Y Rosario es la única ciudad del interior que cuenta con una banca pública y mercado de valores”, fundamentó.
Otro de los argumentos esgrimidos por Asegurado fue la “responsabilidad” de la ciudad con respecto a la toma de crédito y su cumplimiento. En ese sentido recordó el crédito de los grandes aglomerados urbanos que se asumió en 1998 con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que la Municipalidad de Rosario está próximo a cancelar en los próximos meses “sin ningún tipo de sobresaltos para su economía”.
En el marco de la misma exposición, destacó las inversiones que están incluidas como equipamiento y mejoras de infraestructura para 26 centros comerciales a cielo abierto, corredores de líneas de trolebuses, y otras destinadas a cloacas, pavimento, clubes barriales, unidades de transporte público, reconversión lumínica.
También se refirió especialmente a la capitalización del Banco Municipal de Rosario, fundamentada en su protagonismo como dador de crédito y herramienta financiera de la economía local.
