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Argentina, necesitada de puntos por su posición en la tabla de la eliminatorias salió a jugar bien arriba, con presión alta sobre los volantes brasileños. Pudo hacerlo los primeros 20 minutos. Intentó algo en ofensiva, y hasta llegó con un remate de Biglia desde afuera del área, que el arquero local desvió con esfuerzo.
Higuaín se debatía entre los centrales, Messi arrancaba desde atrás, Di María estaba desaparecido por izquierda y Marcherano volvió a ser el conductor. Brasil esperó, cortó con falta cada intento albiceleste y cuando pudo asestó el golpe. Coutinho escapo a la marca, se metió en diagonal y sacó un remate que se coló por el palo izquierdo de Romero, adelantado, a mitad de camino. Al rato Neymar dejó dos hombres por el camino y su remate se estrelló en el palo.
Brasil se replegó esperó a Argentina que fue sin ideas se desprotegió abajo, dejó espacios, y Neymar lo aprovechó al cierre de la primera etapa, picó al fondo y ante la salida de Romero puso el 2 a 0 lapidario, en la tercera llegada anotó el segundo tanto, lapidario y categórico con el que se fueron al descanso, con el partido casi sentenciado.
Argentina juega a los mismo desde hace varios años, cada vez peor por cierto. Este equipo carece de variantes, nadie hace algo diferente a lo planificado y el fútbol es sorpresa, valentía e improvisación. Todos esperan alguna apilada heroica de Messi o Di María y por eso los esperan escalonado, algún zapatazo salvador de Higuaín al que nunca dejan recibir de frente, en algún rebote aislado, el resto es previsible.
La segunda mitad estuvo de más, sólo sirvió para que Brasil siguiera demostrando superioridad sobre un equipo de Bauza que no logró patear al arco en toda la parte complementaria. Sin reservas físicas ni menos futbolísticas, el equipo fue superado sin atenuantes.
Brasil pudo aumentar por intermedio de Paulinho, pero Mascherano logró desviar en la línea. A los pocos el mismo intérprete no falló, puso el tercero para sellar el resultado final. Brasil levantó el pie del acelerador, se floreó, y evitó hacer más amplia la goleada. Por suerte para Argentina, se dieron algunos resultados que no la alejaron tanto de la zona de clasificación, pero deberá mejorar rápido, el martes tiene una nueva oportunidad, en San Juan contra Colombia.
