Junto a ellos el equipo del presidente siguió la sobria ceremonia ante una audiencia compuesta por embajadores extranjeros, representantes de diversas iglesias, víctimas y lo más granado del santismo y sus aliados.Santos y Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko' esperan que su cuarto apretón de manos y las firmas que estamparon sean las definitivas.
Sin embargo las rúbricas no despejan las dudas sobre un pacto que no cuenta con el respaldo de una parte significativa de la sociedad que ganó el plebiscito del 2 de octubre.A partir de la próxima semana deberá recorrer un sinuoso camino en las Cámaras Legislativas con la férrea oposición del Centro Democrático y otros sectores.