La presidenta del Bloque Frente Renovador-UNA en Diputados, Graciela Camaño, disparó contra el oficialismo al sostener que "ningún funcionario de Macri tiene la estatura moral ni política, ni la calidad patriótica de Roberto Lavagna para cuestionarle ningún comentario, análisis o pensamiento", mientras que aseguró que "esta reacción sí habla mucho de quien intenta el cuestionamiento, de su intolerancia, en esto el Gobierno es muy parecido al kirchnerismo".
El diputado nacional Felipe Solá, por su parte, consideró que el "el Gobierno se enoja con Lavagna porque dice la verdad, y se enoja especialmente con él porque tiene una autoridad profesional ganada por su trayectoria y su capacidad demostrada.
Y agregó: "Hoy a la gente no le alcanza el sueldo, las pymes están cerrando y está cayendo el consumo y el empleo; y pretenden ocultar esta realidad diciendo que ellos no son lo mismo que la dictadura".
El presidente del bloque de senadores del FR, Jorge D'Onofrio, también cargó contra el macrismo, y en particular contra las palabras de Frigerio: "Si a Cambiemos le parecieron declaraciones 'poco felices', quizás sea porque sólo quieren escuchar que hablemos de la 'revolución de la alegría', diciendo que todo está bien y que la economía está perfecta".