En la entrevista, consultado por dichas acusaciones, Francisco replicó: "No me quita el sueño. Yo sigo el camino de los que me han precedido, sigo el Concilio".
El documento en cuestión, llamado Amoris Laetitia ("La alegría del amor"), reúne las conclusiones de dos agitados sínodos (concilio de obispos) sobre la familia celebrados en 2014 y 2015 y pide que los divorciados que se vuelven a casar por lo civil sean acogidos dentro de la Iglesia.