Con el arresto del "máximo dirigente de ETA", los responsables de seguridad dan por descabezada a la organización separatistas vasca, que precisamente hace cinco años, el 20 de octubre de 2011, anunció el cese definitivo de su actividad armada, aunque no se disolvió ni entregó sus armas.
El detenido formaba parte de la dirección del grupo desde hace más de siete años y era considerado el único jefe de lo que queda de ETA, es decir, el aparato logístico encargado de recopilar información y eventualmente negociar un proceso de desarme con el gobierno español.
Irastorza sustituyó en la dirección de ETA a Iratxe Sorzabal y David Pla, el dirigente que en octubre del año 2011 leyó el histórico comunicado del anuncio del cese de sus actividades armadas.
Hace cinco años, ETA, cuyas siglas significan "Euskadi ta Askatasuna" (Patria Vasca y Libertad), puso fin a 43 años de lucha armada por la creación de un País Vasco independiente de España y Francia, un conflicto con el que se cobró la vida de 850 personas.