Al respecto, Fernanda Gigliani, edila por el bloque Iniciativa Popular, expuso: "Queda claro que Fein pretende resolver los problemas económicos y financieros que se arrastran desde hace 15 años en la ciudad, no ordenando las cuentas públicas ni estableciendo prioridades en el gasto a favor de las inversiones de capital, sino apelando al endeudamiento y haciendo que el costo real de esta decisión política y económica recaiga en las dos gestiones que la sobrevendrán".
Y agregó "Dos años de gracia para que empiece a pagar su sucesor y ocho años para hacerlo, abarcando 2 períodos de gobierno posteriores al suyo". En el mismo sentido dijo: "Con esta operación se licuarían las obligaciones contraídas como producto de los sucesivos déficits, cubiertos en parte con deuda y transformado en subejecución presupuestaria por otra, todo para sostener el incesante crecimiento de los gastos corrientes".
En una línea crítica, la edila de IP dijo: "El Municipio ha tocado fondo en materia fiscal. De sus recurrentes resultados negativos, las finanzas municipales acumularon una deuda de 770 millones con el sector privado (bancos y proveedores) y 793 millones con el sector público. Sin embargo estos números, si tomamos como antecedentes presupuestos anteriores, pueden no estar representando la verdadera gravedad de la situación económico-financiera del Municipio".
"Endeudarnos por ese monto, en plazos para nada extendidos y con algunas finalidades difusas en cuanto a prioridades, no nos parece una opción que justifique dejar reducida la capacidad de 2 gestiones de gobierno, que quedarán seriamente imposibilitadas para planificar y ejecutar sus propuestas".
El Presupuesto para el año 2017 supera en poco los 13 mil millones de pesos, "tomar deuda por U$S 200 millones o su equivalente en pesos (entre 3.100 a 3.200 millones) de una sola vez o en etapas, implica avanzar en el mayor endeudamiento de la historia de Rosario, el 25 % de su presupuesto anual" detalló Gigliani.