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Aquellos conductores cuyos exámenes de alcoholemia den resultado positivo serán pasibles de las multas dispuestas en el Código de Faltas de Rosario, conforme la graduación alcohólica detectada. Para Boasso estos datos son imprescindibles para realizar acciones tendientes a reducir en número de los accidentes.
“Conocer el porcentaje de los conductores (protagonistas de siniestros) bajo los efectos del alcohol, y también la graduación del mismo, nos permite tener información estadística para debatir sobre los niveles de tolerancias”, avanzó el edil.
La propuesta de Boasso contempla que los controles sean efectuados por personal del Sistema Integral de Emergencias Sanitarias (SIES), debidamente capacitado, y en aquellas circunstancias que así lo permitan.
Para finalizar Boasso destacó que la iniciativa tiende a sumar cada vez más controles de alcoholemia. “Está demostrado que a mayor número de controles disminuye notablemente el porcentaje de test positivos”.
