Instó a "fomentar una cultura del encuentro en la que se unan" con una premisa "común todas las fuerzas necesarias de científicos, empresarios, gobernantes y políticos para cuidar" el recurso, al que definió como "derecho humano básico".
Sostuvo que le resulta "doloroso ver" que no lo reconoce de esa manera "la legislación de un grupo de países", contra lo establecido por "las resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde el 2010".