En paralelo, la desaprobación, que en febrero y marzo había llegado hasta el 48 y 50%, respectivamente, bajó hasta ubicarse en el 46%. Así lo publicó hoy La Nación.
El tránsito entre esa caída y la reciente recuperación en los niveles de aprobación de la gestión presidencial es uno de los principales resultados que arrojó la encuesta que Poliarquía Consultores realizó con carácter exclusivo para La Nación, tal como lo hizo constar en el informe dado a conocer hoy, en todo el país, entre el 3 y el 11 de abril. El otro dato surge cuando esos resultados son desagregados entre las distintas regiones del país.
El informe de Poliarquía enciende una alerta para el Gobierno de cara a las elecciones de medio término: junto a la región patagónica, los peores índices de la gestión de Macri se dan en el conurbano bonaerense, distrito decisivo para los comicios de octubre.
En el Gran Buenos Aires, donde vive uno de cada cuatro argentinos y donde se define el resultado de la elección bonaerense, la desaprobación de la gestión presidencial alcanzó en abril el 53% y la aprobación, el 45%. Las cifras sólo son peores para Macri en el sur del país, donde la aprobación rondó en la primera semana de abril el 44%, contra un aplazo del 56% de los encuestados.