"Me viene pedir con más fuerza la paz para este mundo sumiso a los traficantes de armas que ganan con la sangre de los hombres y mujeres", pidió Jorge Bergoglio en el diálogo dado a conocer el Jueves Santo, inicio de las celebraciones pascuales que culminarán el domingo con la tradicional bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
"¿La violencia permite alcanzar objetivos de valores duraderos? ¿Todo lo que se obtiene no es quizás solo desencadenar represalias y espirales de conflicto letales que llevan beneficios sólo a unos pocos 'señores de la guerra'?", se preguntó el Obispo de Roma. "Lo he dicho muchas veces y lo repito: la violencia no es la cura para nuestro mundo roto", aseguró.