La compañía justificó la medida a partir de la “caída del consumo y el aumento de importaciones”. Las suspensiones en Tucumán se suman al cierre de una planta en San Luis y de una línea de producción en Florencio Varela y a las suspensiones en Catamarca y La Pampa.
En el primer trimestre, las importaciones de toda la cadena de valor textil ascendieron a 63 mil toneladas, con un incremento interanual del 2,1 por ciento, pero con casos alarmantes como el de prendas de vestir, donde la suba fue del 86 por ciento.
Desde la Fundación Protejer advierten que el nivel de actividad en el sector se mantiene en la línea del año pasado, es decir, entre un 20 y un 30 por ciento por debajo de 2015, con una utilización de la capacidad instalada del orden del 50 por ciento. La principal razón para explicar esa retracción es la caída del consumo por el deterioro del poder adquisitivo, sumado al aumento de la porción del mercado de las importaciones.