El presidente brasileño Michel Temer ordenó el despliegue de tropas en la ciudad de Brasilia con el objetivo de defender los edificios públicos del ataque de los manifestantes que salierona a las calles en protesta masiva contra su gobierno, acorralado por acusaciones de corrupción. Grupos de manifestantes atacaron hoy varios edificios de ministerios en la avenida que lleva al Congreso e invadieron una sala del Ministerio de Agricultura, donde prendieron fuego.
Por su lado, la policía de Brasilia lanzó gases lacrimógenos y bombas de ruido contra la nutrida multitud.
El llamamiento al ejército es "una medida extrema del gobierno Temer y la señal clara de que se perdió el control, con consecuencias muy malas para nuestra democracia y para las instituciones", declaró hoy André Cesar, analista político y socio de la consultora legislativa Hold en Brasilia.
