Se optó por no usar el tradicional sistema D'hont, para dirimir el orden que ocupará cada candidato en las listas que competirán en octubre, se adoptó la decisión que se aplique un método inédito, que establece que quien pierda en la interna, aunque sea por un voto, no obtendrá una representación proporcional en la lista, y ocupará el cuarto puesto de la grilla definitiva para las elecciones generales.
Se calcula que en Santa Fe finalmente habrá unas ocho mil mesas habilitadas y Boasso debería tener igual cantidad de fiscales para garantizar que sus votos estén en el cuarto oscuro, algo que difícilmente pueda conseguir fuera de Rosario. Suponiendo que pudiera vencer ese obstáculo, lo esperaría un cuarto puesto que no le garantiza una diputación, ya que la lógica indicaría que el espacio político obtenga tres escaños en esta elección de medio término.
El artilugio utilizado por la cúpula de Cambiemos podría volverse en su contra, si Boasso se logra imponer en la interna, ya que dejaría prácticamente afuera a los candidatos electos por la cúpula provincial de la fuerza del presidente, Mauricio Macri.