Trump transfirió el control de su conglomerado empresarial a sus dos hijos adultos varones, Donald Jr. y Eric, para evitar posibles conflictos de intereses durante el tiempo en que ocupe la Presidencia.
Sin embargo, el fiscal general de la capital estadounidense, Karl A. Racine, y el fiscal general de Maryland, Brian Frosh, consideran que Trump “ha roto muchas promesas de mantener separado su deber público de sus intereses de negocios privados, incluyendo el recibir actualizaciones regulares sobre la salud financiera de la compañía”, informó la agencia de noticias EFE.