Mediante un acuerdo entre el Gobierno nacional y las petroleras, los importes en la nafta y el gasoil atraviesan revisiones estacionales trimestrales, en las que se conjugan una serie de variables: la cotización del peso frente al dólar, el valor del petróleo crudo (Brent), los costos locales y biocombustibles.
En este sentido, la cuenta arrojó que el gasoil debía bajar un 2,6% y las naftas, un 0,1%. Pero, durante este trimestre, el resultado será diferente porque el dólar -uno de los valores clave para el cálculo- tuvo una depreciación trimestral algo más pronunciada.