Para ilustrar ese deterioro, se comparó la evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil, la jubilación mínima y la Asignación Universal por Hijo (AUH), incluyendo actualizaciones y bonos, con el valor teórico que hubiesen alcanzado en caso de haberse mantenido el poder adquisitivo de noviembre de 2015, ajustándose mes a mes de acuerdo a la evolución de los precios registrada por el IPC de la Ciudad de Buenos Aires.
Los resultados muestran que desde el cambio de gobierno, las pérdidas acumuladas equivalen 8.352 pesos para los jubilados, 10.341 pesos para los trabajadores y 287 pesos para los beneficiarios de la AUH.
La pérdida de los jubilados equivale a un haber mínimo más un tercio, en el caso de los trabajadores el recorte en términos reales es de un salario mensual más otro 20 por ciento aproximadamente, mientras que los beneficiarios de la AUH es apenas de 287 por ciento porque en ese caso los bonos otorgados por el gobierno han sido más significativos en relación al monto de la prestación.