La Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FADEA) modernizó la nave mediante procesos totalmente nacionales que permitieron hacer más eficientes los plazos y completar las tareas en 10 meses, adaptando una técnica que proporcionó los Estados Unidos. En tanto que otros tres Hércules, con capacidades de 20 toneladas, serán sometidos en los próximos meses a los mismos métodos de actualización de sus funciones operativas.
Los trabajos en el TC-61, que ya cumplió una misión a la Antártida, incluyeron la integración de sistemas digitales de comunicación, navegación, digitalización de la información en cabina, la modificación del cableado y la instalación de un nuevo sistema de aire acondicionado. El proceso de incorporación e instalación de nuevos equipamientos involucró a más de 150 técnicos e ingenieros propios.